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"Sufrir o no sufrir..."


El paquete de volverse un poco más sano, teniendo de por medio el ejercicio, incluye una "pizca" de dolor. Sospecho que no hay manera de evitarlo. ¿Sufrirlo? ese sentimiento no está planeado, es tu decisión agregarlo.

En el triatlón, el dolor aparece al entrenar y competir, sin embargo hay maneras de superarlo.

Sí, sí hay dolor. En el proceso de llevar a transformar el cuerpo a un punto distante de la homeostasis (tendencia del cuerpo para buscar y mantener un estado de balance o equilibrio dentro de su ambiente interno, incluso cuando se enfrentan a los cambios externos. Un ejemplo sencillo de la homeostasis es la capacidad del cuerpo para mantener una temperatura interna alrededor de 37 grados centígrados , sea cual sea la temperatura exterior), al sacarlo de ese estado de confort, y llevarlo por el camino de los ajustes por los que pasa todo el organismo en el entrenamiento y competencia, incluyendo y por sobre todo en la búsqueda de una mejora del rendimiento. EL dolor està presente por que hay un crecimiento muscular, o un abuso en el fortalecimiento de nuestro sistema musculo-esquelético en general, o un desgaste en el sistema cardio vascular.

Es bien sabido que algunos entrenadores y competidores creen, que a más dolor en el entrenamiento, obtendrán un resultado equivalente a estar más fuertes en competencia; otros en cambio, están convencidos de que los atletas solo tendrían que "sufrir" de una forma dosificada.

Yo diría que el sufrimiento desaparece de la ecuación una vez que ordenas tus hábitos y metas al respecto, aminorando el dolor.

En cualquier caso, en estas mentalidades solemos querer medir el"sufrimiento" mediante el uso de monitores de ritmo cardíaco y medidores de potencia para controlar esfuerzos. En la búsqueda de estas mediciones, olvidamos privilegiar un aspecto que yo califico más importante, el de aminorar los espacios y momentos condicionantes de dolor.

Busquemos ventajas al dejar de lado estos pequeños aparatos en casa por un rato, y salir a entrenar guiados por sensaciones, e ir pertrechados de buenos hábitos que ayuden al respecto. En vez de preocuparnos por prestar atención al monitor cardiaco, para el momento en el que éste suene al alcanzar o rebasar la zona de frecuencia cardiaca máxima, deberíamos preocuparnos antes, por tener mejores hábitos alimenticios y de sueño, que nos lleven a tener una mejor condición del torrente sanguíneo previo a ejercitarnos.

Superar el dolor no es arte de magia, hay maneras de salir al paso. Ayúdate adoptando una buena alimentación, un esquema de entrenamiento personalizado y buenos tiempos de recuperación, estos tips por separado podrían tener efecto positivo, pero lograr encontrar los tres en un mismo camino y bien acompasado, ayudarán indudablemente mucho màs.

Busca ayuda, los entrenadores fìsicos, podemos orientarte para salir bien librado.

Buda nos recordaría que:

"EL DOLOR ES INEVITABLE, EL SUFRIMIENTO ES OPCIONAL"

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